IU presenta moción por la igualdad laboral y social efectiva entre mujeres y hombres

Con motivo de la próxima celebración del 8 de marzo, día internacional de la mujer trabajadora que, con el paso de los años, se ha convertido en fecha reivindicativa de la igualdad entre hombres y mujeres y de denuncia de las discriminaciones y desigualdades de género que aún persisten en nuestra sociedad, queremos traer al debate público y a la consideración de esta institución (la persistencia de arraigadas manifestaciones de desigualdad de género en los ámbitos laboral y social, así como la necesidad de afianzar los avances logrados y de seguir conquistando cotas de igualdad real.

A pesar de los avances conseguidos en los últimos años, fruto del trabajo del movimiento sindical, feminista y de la acción política, en defensa de derechos, oportunidades, mejoras laborales, no podemos ignorar que la crisis económica y las políticas de ajustes, recortes de gasto público y merma de derechos y libertades, están poniendo en riesgo muchas de las conquistas conseguidas y de las mejoras sociales logradas, por ejemplo en aumento del empleo femenino, formación, protección social y conciliación, entre otras.

La extensión de derechos, fruto de la acción reivindicativa, política y del diálogo social han permitido progresos legislativos como los derivados de la Ley Orgánica para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres, la Ley de Dependencia o, más recientemente, la integración de las empleadas del hogar en el Régimen General de la Seguridad Social. Pero las contrarreformas legislativas y las decisiones políticas hacen peligrar tales derechos. Por ejemplo, la reforma laboral, la reforma de las pensiones y los recortes presupuestarios en Dependencia golpean de manera frontal los avances en el reconocimiento del trabajo de cuidado familiar a personas dependientes y de los derechos subjetivos a la atención cuando se está en situación de dependencia, disminuyen el poder adquisitivo y la autonomía económica de las mujeres, incrementan la precariedad y el desempleo femenino y, limitan las posibilidades de promover la igualdad en los centros de trabajo.

El pasado año, con motivo del 100 aniversario de la celebración del Día Internacional de la Mujer, el Consejo Europeo elaboró una lista con “Las 100 desigualdades de género que persisten” .Los indicadores se centraban fundamentalmente en el ámbito laboral, pero sin olvidar el resto de las esferas sociales. Se constataron desigualdades en variables laborales y sociales de género como actividad, empleo, paro, temporalidad, contratación, usos diferenciales del tiempo, salarios, renta, violencia de género, cuidados, acoso sexual, acoso por razón de sexo, brecha de género, representación y participación política y social, corresponsabilidad, segregación laboral, académica, estereotipos sexistas, brecha digital, techo de cristal... Valgan como ejemplos de estas desigualdades persistentes los siguientes indicadores en población española del año 2012:

- La tasa de actividad en la población de 16 y más años (población en edad laboral que busca o tiene empleo remunerado) presenta una brecha de género de más de 14 puntos: es el 82,9% en varones y el 67,3% en mujeres.

- La tasa de empleo de las mujeres es 11,6 punto porcentuales inferior a la de los hombres.

- La tasa de paro es ligeramente superior en mujeres que en varones y aún sería mayor la diferencia si las mujeres no renunciaran a la actividad laboral por motivo del cuidado familiar y del hogar. Según la última EPA (enero 2013) el desempleo es del 26%, con una distribución por género de un 25,5% en hombres y un 26,5% en mujeres.

- Las mujeres padecen mayor precariedad en el trabajo, son el triple que los varones en el empleo a tiempo parcial, tienen menos contratos indefinidos y más temporales y una brecha salarial de casi 22 puntos. El salario medio de las mujeres es un 78% del de los varones o, lo que es lo mismo, el salario de las mujeres debería crecer un 28% para equipararse al de los hombres.

- Persiste la segregación horizontal y vertical de las mujeres, hay una escasa presencia de mujeres en determinados sectores de actividad (ocupaciones masculinizadas) y una mínima presencia en puestos de dirección, tanto en los ámbitos públicos y privados.

Son muchas más las manifestaciones de desigualdad de género en los ámbitos laboral y social. La desigualdad tiene un impacto importante en las vidas y condiciones de trabajo de las mujeres, en su autonomía, en sus oportunidades. Son evidencias de la vulneración de los derechos de las mujeres. Estos indicadores están en relación con el agravamiento de las condiciones de vida y trabajo consecuencia de la crisis económica, de la destrucción de empleo y las medidas gubernamentales que están cercenando derechos laborales, sociales y de ciudadanía para la clase trabajadora en su conjunto, pero con especial incidencia en las mujeres, que parten genéricamente de situaciones más desfavorecidas. Por ejemplo, en 2012 ha retrocedido, la tasa de ocupación femenina, que venía incrementándose lenta pero paulatinamente en las últimas décadas y que, desde 2008, está en retroceso.

Continúan agravándose los datos del desempleo, de la precariedad laboral o las dificultades crecientes de las mujeres en el acceso al empleo y su permanencia en el mismo, a causa de la adopción de medidas políticas, económicas y laborales que impactan desfavorablemente en sus oportunidades, como los recortes o supresión de la financiación en servicios públicos, atención a la dependencia, educación de 0 a 3 años, servicios sociales, rentas básicas, o el retraso (o renuncia) a la aplicación de las cuatro semanas de permiso de paternidad contempladas en la Ley Orgánica de Igualdad.

Frente a los ajustes y recortes, somos muchos quienes venimos señalando que existe otra salida a la crisis: social y solidaria, que mantenga las políticas sociales, sustentada en unos sistemas fiscales progresivos y suficientes, impulsando medidas económicas para la creación de empleo y reforzando la democracia. Para ello hay que dirigir las decisiones políticas al servicio de la ciudadanía y no de los intereses de las élites económicas nacionales e internacionales, pues es la forma de garantizar la soberanía popular y promover la participación social.

Es inexplicable e inaceptable que se eliminen los observatorios, se reduzcan los organismos institucionales de igualdad y que se recorten los servicios públicos y las políticas sociales. La presencia de la violencia de género que combatimos siempre, resulta un extraordinario indicador de la persistencia de la discriminación de género: año tras año son decenas las mujeres asesinadas, así como la enorme dimensión del maltrato. De ahí la necesidad de avanzar en el desarrollo y aplicación de cuantas medidas contempla la Ley Integral contra la Violencia de Género, especialmente en la prevención del maltrato y la violencia contra las mujeres en el ámbito educativo y social.

La Ley Orgánica de Igualdad incorporó en el ámbito laboral avances sustanciales, como el deber de negociar planes y medidas de igualdad. La exigencia, determinada por esta ley, de contar con un diagnóstico de la situación en la empresa, previo a la negociación del plan de igualdad, ha propiciado que se hagan visibles en los centros de trabajo discriminaciones laborales solapadas. En el Ayuntamiento de Albacete se llevó a cabo un proceso de estudio, redacción y negociación para la elaboración del Plan de Igualdad para trabajadores y trabajadoras de esta institución. Tal proyecto terminó de redactarse en abril de 2011 y, a pesar de las reiteradas solicitudes realizadas por los sindicatos y los grupos de la oposición, la Alcaldesa y su gobierno del PP han bloqueado su debate, aprobación y puesta en marcha.

El avance en igualdad entre mujeres y hombres aún es limitado en España y hay indicios suficientes del riesgo de regresión, en derechos y en oportunidades. La igualdad efectiva de mujeres y hombres no sólo no está conseguida, sino que puede alejarse. Los anuncios de reforma de la ley de aborto, los retrocesos en materia de registro de parejas de hecho, los recortes en partidas vitales para la igualdad, los retrocesos en políticas sociales y de bienestar desarrollados por los gobiernos del PP en los últimos dos años, disparan la alarma de quienes defendemos la igualdad y la libertad de las mujeres.

Desde Izquierda Unida, apostamos por seguir desarrollando medidas para la aplicación de la transversalidad de género a las políticas públicas y a las relaciones laborales, medidas que ratifican el compromiso permanente de los poderes públicos por conseguir la igualdad efectiva entre mujeres y hombres.

Por todo lo anterior, el Grupo Municipal de Izquierda Unida propone al Ayuntamiento Pleno la adopción de los siguientes:

ACUERDOS

1. El Ayuntamiento de Albacete reafirma el compromiso de esta institución con la igualdad de oportunidades y trato entre mujeres y hombres y su lucha contra cualquier factor de discriminación.

2. El Ayuntamiento de Albacete reclama la importancia de seguir asumiendo competencias en materia de igualdad de género, impulsar proyectos y recursos para promoverla en nuestro municipio, por la cercanía, experiencia y efectividad del trabajo desarrollado por los centros de la mujer y otros recursos.

3. El Ayuntamiento de Albacete se compromete a impulsar y mejorar el acceso, la formación y la promoción en el empleo y las condiciones laborales de las mujeres, incluidas las actuaciones para la detección de las causas de la discriminación salarial y su eliminación.

4. El Ayuntamiento de Albacete se compromete a impulsar e incorporar medidas, dentro de su ámbito competencial, para la prevención y eliminación de las discriminaciones directas e indirectas, el acoso sexual y el acoso por razón de sexo.

5. El Ayuntamiento de Albacete se compromete a avanzar en la corresponsabilidad de hombres y mujeres mediante la adaptación de la jornada laboral y la vida personal y familiar e incrementar los niveles de protección a la maternidad, la paternidad y la lactancia.

6. Por las consideraciones anteriores, el Ayuntamiento de Albacete se compromete con la revisión, debate, actualización y puesta en marcha del Plan de Igualdad del Ayuntamiento de Albacete.

7. El Ayuntamiento de Albacete implementará nuevas medidas educativas que avancen en la igualdad de hombres y mujeres, promuevan el respeto y eduquen en valores para que nuestros niños y niñas, adolescentes y jóvenes crezcan en una cultura de la igualdad y se eviten situaciones de discriminación, maltrato y violencia de género.

Fuente foto: www.inej.edu.ni