Tras el análisis de los datos del Termómetro de empleo de septiembre de 2013 Izquierda Unida considera que la bajada del paro en 116 personas, con una tasa de paro local de un 25.1%, son malos datos tras los que se esconden muchas incertidumbres para el futuro para los más de 20.600 desempleados de la ciudad de Albacete y que debe llamar a la acción al equipo de gobierno y salir de la pasividad con la que actúan a día de hoy.

Para IU es especialmente alarmante que, habiéndose realizado en septiembre 7600 contrataciones, el paro sólo baje en 116 personas, datos que nos hacen concluir que la destrucción de empleo el pasado mes ha sido especialmente preocupante, y debería llamar la atención para realizar un plan de emergencia por el empleo en Albacete.

Rechazamos cualquier lectura contemplativa o conformista de la situación actual, pues son múltiples los indicadores negativos del termómetro de empleo de septiembre: el 96% de las contrataciones realizadas han sido temporales o el hecho de que la bajada del paro sea estrictamente coyuntural debido a que el 91% de los contratos temporales han sido en Servicios y Agricultura, o mejor dicho, debido a la feria y la vendimia.

Denunciamos que mucho tiene ver la política del gobierno municipal para que en nuestra ciudad el paro sólo baje en un 0,56% frente al 4.22% de la provincia o el 4.80% de la región o para que, a pesar de estas cifras, siga la pérdida de afiliados a la seguridad social, el mes pasado en 143 o que con respecto a septiembre de 2012 se hayan perdido 4123 afiliados menos.

Mientras crece sin parar el número de demandantes de empleo en Albacete hasta los 26.060, el equipo de gobierno municipal se resigna a ofrecer a los ciudadanos una ampliación del Albacete Emplea que sólo oferta 42 empleos temporales para nuestra ciudad. Consideramos que esta ampliación es una apuesta precaria e insuficiente, que contribuye muy poco a resolver la situación por la que atraviesa nuestra ciudad en materia de empleo.

IU recuerda que el citado plan, tenía unas bases claramente excluyentes, los más jóvenes y los menos cualificados quedaban fuera, y que tuvo que ampliarse en varias convocatorias por no haber cubierto la totalidad de puestos que se ofrecían. Esperemos que con la ampliación del plan se corrijan algunas anomalías del mismo ya que, según hemos denunciado, las bases y el proyecto en general no aportan ningún valor añadido a la economía de la ciudad y muy poco a la calificación y/o mejora de la formación de las personas seleccionadas.