IU de Albacete no acudirá a los actos programados para la celebración del día de la Constitución

(Lunes 2 de diciembre de 2013) La Concejala de Izquierda Unida de Albacete, por segundo año consecutivo, no participará en los actos institucionales del día de la Constitución al entender que el respeto y homenaje a la misma es algo más que un acto formal de un día y que el PP gobernante tiene mucho por mejorar en ello.

Por otro lado, la celebración del acto institucional resulta más paradójico, si cabe, pues al hacerse en la Subdelegación del Gobierno se hace anfitriona de tal acto a la institución que semana sí y semana también está reprimiendo y proponiendo sanciones a manifestantes convocados al amparo de los derechos y libertades que la Constitución recoge en un estado democrático de derecho como es el nuestro.

En opinión de IU, la Subdelegación del Gobierno de Albacete, siguiendo la estela de las medidas adoptadas desde el gobierno central, se ha convertido en una institución que lejos de respetar e incidir por el cumplimiento de los principios constitucionales, está aplicando una actitud represiva, que coarta en muchas ocasiones los derechos fundamentales de la ciudadanía, relativos al derecho a reunión y manifestación. Muestra de ellos son las decenas de multas y/o inicio de expedientes sancionadores que ha tramitado en este año, en la mayoría de los casos “infundados” y con el objetivo de intimidar y entorpecer las manifestaciones y las concentraciones pacíficas de los colectivos sociales y de las organizaciones políticas de nuestra ciudad.

IU considera que el PP no está cumpliendo los principios constitucionales, sino que en sus decisiones y actuaciones políticas está desnaturalizando la Constitución, privándola de su contenido social y atentando contra la igualdad de oportunidades, la separación de poderes o la garantía del ejercicio de las libertades políticas. IU recuerda que el sistema político actual está blindado por la Constitución de 1978, que tiene más de 35 años y no fue votada por la gran mayoría de la población española de hoy en día, por lo que debería abrirse un proceso para su revisión. En esta Constitución, considerada intocable por algunos, se consagró la prioridad del pago de la deuda y de los intereses financieros de la misma por encima de los interese generales de la ciudadanía, tras el cambio pactado en el artículo 135 en agosto de 2011 por PP y PSOE.

Esta alianza bipartidista ha desnaturalizado la Constitución y la práctica política del partido gobernante no deja de vulnerarla cada vez que aprueba leyes que atentan contra la mayoría social: reforma de la administración local, tasas judiciales, ley de educación LOMCE, reforma laboral, reforma de las pensiones, o nuevo proyecto de ley de seguridad ciudadana y el cambio de estatuto en Castilla-La Mancha que Cospedal impulsa y que es un auténtico golpe antidemocrático para perpetuarse en el poder. Muchos de estos proyectos están recurridos al Tribunal Constitucional por entender desde IU que incumplen los principios constitucionales.

Con este acto convocado para el día 3 en la subdelegación del gobierno en Albacete, los gobernantes del PP pretenden cumplir con un ritual de la agenda política. En opinión de Victoria Delicado: “el cambio del acto ha sido importante pues en 2011 se hizo en el Ayuntamiento (como venía siendo habitual) dando la palabra a todos los grupos políticos pero, desde el pasado año, se ha cambiado a la Delegación del gobierno central, en la sede de una entidad que no ha sido elegido democráticamente por los/as ciudadanos/as de Albacete y sin posibilidad de que todas la fuerzas políticas puedan expresar su opinión sobre la Constitución, su cumplimiento, sus carencias o los cambios que precisa. Todo ello ha desnaturalizado el acto que ha dejado de ser democráticamente plural y se ha convertido en un acto partidista del PP”.

Desde IU seguiremos trabajando desde las instituciones y en la calle para denunciar la falta de garantías básicas, proponer la negativa del pago a la deuda ilegítima, defender la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres, el acceso y calidad de los servicios públicos universales en sanidad y educación o el derecho de autodeterminación de los pueblos. No renunciamos, en definitiva, a conquistar una auténtica democracia participativa al servicio de la mayoría.