Javier Sánchez: “La clase trabajadora se ha convertido en un depósito de consumibles que se usa y se desecha”

La precarización y degradación del trabajo asalariado no ha conseguido solucionar el problema del paro, que sigue colocando a España en el puesto más alto, junto con Grecia, del ranking de desempleo en Europa. Para Javier Sánchez, candidato al Congreso de Izquierda Unidad-Unidad Popular (IU-UP) por Albacete, la situación actual es fruto de las sucesivas “reformas laborales llevadas a cabo primero por el PSOE y luego por el PP”. Unas reformas que, afirma el candidato de IU-UP Albacete “han convertido a la clase trabajadora en una especie de depósito de consumibles que se usan y se desechan”. “La regresión en materia de derechos laborales habida durante estos últimos años ha mostrado la verdadera cara del capitalismo, que no busca el progreso social sino el beneficio privado a costa de lo que sea”, asegura Sánchez. Para IU-UP las políticas laborales precarizadoras han generado inestabilidad, han truncado trayectorias laborales y vitales, han llevado al exilio a miles de jóvenes, han convertido a magníficas/os profesionales en trabajadores pobres, han pauperizado a centenares de miles de familias, han obligado a numerosas mujeres a replegarse al ámbito de los cuidados o han permitido despidos injustos. “Por el contrario, Unidad Popular-Izquierda Unida plantea la necesidad de elaborar, en concurrencia con los sindicatos y las fuerzas productivas, un nuevo Estatuto de los Trabajadores que proteja el derecho al trabajo como un bien público y social, establezca los convenios colectivos como marco de referencia de la negociación en el ámbito laboral y promueva las estrategias públicas y privadas necesarias para construir un modelo productivo nuevo que vaya más allá del ladrillo y el turismo”, explica Javier Sánchez. La gravedad de la situación nos coloca frente al reto de conseguir de manera urgente la recuperación cualitativa y cuantitativa del trabajo asalariado, pero también de ser capaces de replantear las relaciones laborales. Es evidente que la solución de esta situación límite ya no puede abordarse con la mera derogación de las reformas anteriores ni con la realización de reformas parciales del actual Estatuto de los Trabajadores. Las relaciones laborales deben ser replanteadas en su conjunto, en un amplio debate donde participen tanto los sindicatos como las patronales y la sociedad civil, para elaborar un nuevo marco normativo que asegure el Trabajo digno como derecho de todas las personas, bajo los parámetros de estabilidad, igualdad y no discriminación, dignidad y calidad de vida.