“Lo que ha hecho el alcalde y el PSOE es una una falta de respeto”. Así de indignada se ha mostrado Ángela Nanjar, quien en la pasada etapa de gobierno fue, durante nueve meses, concejala de Bienestar Social y Hacienda en el Ayuntamiento de Tarazona de La Mancha por Izquierda Unida.

El malestar de Nanjar está motivado por la apropiación, por parte de Miguel Zamora, alcalde de Tarazona, y del PSOE, de un espacio dedicado a la mujer y al feminismo en la biblioteca, una ‘estantería violeta’ inaugurada el 21 mayo de 2019 que el actual alcalde de Tarazona ha vuelto a presentar como iniciativa propia.

Como se puede comprobar en diversas publicaciones en redes sociales, y cuenta Ángela Nanjar, la ‘estantería violeta’ ahora inaugurada por Zamora “fue fruto de la iniciativa y del trabajo de un grupo de colectivos y personas, con las que hablé personalmente, y que colaboraron para hacer realidad esta idea”. Una idea que ya entonces, el PSOE, intentó retrasar con la excusa de que “se estaba terminando la etapa de gobierno”.

La ex concejal de Izquierda Unida ha recordado, para vergüenza de Zamora, que a la primera y “verdadera” inauguración, celebrada en la biblioteca, asistió como invitada la escritora Dionisia Gómez, quien presentó su último libro, ‘El peso del mundo’, el primero en formar parte de la estantería, y pronunció una charla sobre feminismo.

“Se quedó en que la estantería se llamaría Clara Campoamor y se colocaría una placa, pero cuál fue mi sorpresa cuando, el pasado 2 de octubre, vi que el actual concejal de Bienestar Social y el alcalde volvía a inaugurar la estantería”, explica Nanjar.

Indignada, Nanjar añade que lo que más le duele es la “apropiación del trabajo, la falta de respeto y el desprecio” que han demostrado “hacia quienes trabajaron para que este espacio dedicado a la mujer y al feminismo existiese en la biblioteca de Tarazona, y asistieron a la primera y verdadera inauguración”.

La ex concejal ha criticado además, “por llamativo”, que en la re inauguración de la ‘estantería violeta’, que se concibió como un espacio para reivindicar el movimiento feminista, la “mayoría” de quienes asistieron al acto “eran hombres”.