No ha sido una feria para todos-as. El recinto ferial se ha convertido en un gran centro de consumo, previo pago, más que de disfrute. Por tanto muchos ciudadanos no han podido acudir y disfrutar de la feria por su precaria situación económica.
Las repercusiones del pregón de feria: El pregón de Esperanza Pedreño ha sido objeto de debate, comentario y controversia como pocos se recuerdan. Desde luego fue un pregón original, una bufonada en el mejor sentido de la palabra, lleno de provocación, gracia, tono crítico y desparpajo, poniendo en un brete a la autoridad y frivolizando con asuntos que a algunos les parecen “intocables”. Tal desenfado no gustó a todo el mundo pero, a nosotros, nos han llegado más felicitaciones que quejas pues muchas personas disfrutaron del espectáculo en directo o en reproducciones de video que nos consta han circulado mucho. Agradecemos a Esperanza su valentía y su esfuerzo.
Si comenzamos por el inicio hay que decir que la Cabalgata de apertura se inició aseadita y terminó un tanto desordenada. No hubo novedades y se agradecería algo más de riesgo e innovación para próximas ferias. Es difícil cuando el objetivo que se fija el gobierno municipal es disminuir el gasto y el parámetro de evaluación positiva al que recurre el concejal es “como siempre se ha hecho”.
Si entramos en uno de los asuntos polémicos hay que decir que ha habido botellón durante toda la feria. Los jóvenes han desafiado la prohibición y han adaptado el consumo a sus economías (precarias). La falta de espectáculos de entrada libre, el precio de la entrada en los conciertos (sin descuentos) y las propias deficiencias de la programación no han favorecido que se buscaran otras alternativas de ocio distintas al botellón en cuadrilla. Falta una buena oferta de ocio alternativo para hacer frente al botellón.
Las quejas de los hosteleros son buena prueba de que la prohibición del botellón no ha funcionado y sus expectativas de negocio parece que no se han cumplido. Reconozco la dificultad de evitar “el botellón” en la feria. Por ejemplo, si yo me llevo un bote de cerveza del puesto del jamón al de la tortilla (que está al lado) `porque no lo he terminado y prefiero no pedir otra bebida ¿eso es botellón? ¿Y si es de coca-cola el bote? ¿Y si es sin alcohol? ¿Me puede multar la policía local? ¿Y las botas de vino o vermut que se reparten durante la Cabalgata? ¿Están excluidas de la prohibición de la ordenanza? O se puede calificar como “Botellón paseante” o “desfile de carrozas y peñas haciendo partícipes del botellón a las autoridades”. En fin, el colmo del absurdo y el sin sentido.
La programación de espectáculos y sus carencias:
Programación de conciertos ha sido floja y poco asequible para el gran público. Ha habido poca gracia en la selección con alguna digan excepción (Chambao, José Mercé y algún otro) pero con grandes fracasos como la suspensión (previsible y anunciada) de Manolo Escobar. Poco realce, ninguna figura de relieve internacional, pocas figuras reconocidas, mucho grupo antiguo, cantantes que homenajean a los desaparecidos, etc. La asistencia a los conciertos (a falta de datos oficiales) se nos antoja muy floja, salvo excepciones.
Respecto a la programación infantil ha habido de todo: buena oferta en el parque de Abelardo Sánchez, poca en el resto de la ciudad y entradas caras en las atracciones de feria (más que en ciudades de nuestro entorno: 3€ frente a 2-2,5). El día infantil resulta ser “el chocolate del loro” el tique es más barato pero el paseo dura la mitad, por lo que se percibe más fraude y engañabobos que oferta generosa para el público infantil. Se echa de menos más teatro infantil y programar actividades en más espacios de la ciudad.
El gobierno de Cospedal ha disfrutado de la feria y alguno de alguna pitada contestataria, pero la presidenta sólo ha ido a misa de la Catedral. No ha pisado ningún acto público en la Feria (la misa debiera ser un acto privado), no se ha expuesto a la opinión del “pueblo llano”. Le ha dejado todo el protagonismo a Bayod que se ha llevado los parabienes y “paramales” de la gente. Y hay que comentar la falta de cintura y talante democrático que la alcaldesa ha demostrado una vez más, cuando se ha encontrado con la crítica y la protesta ha reaccionado con enfado y autoritarismo, cuando su cargo le exige prudencia, tolerancia y respeto a la discrepancia.
No hemos enviado corresponsales a las misas de la patrona ni a las corridas de toros pero hemos recogido un hecho destacable que sucedió en la Plaza de toros de Albacete. No se entienda como una valoración de la feria taurina, esa que la hagan los expertos. Los asistentes a la corrida del día 16 presenciaron en directo el sufrimiento adicional de un toro que se quebró una pata. Hasta los más aficionados se sintieron conmovidos con el sufrimiento del animal en el ruedo durante casi media hora. Toda una lección para repensar la bondad de la fiesta.
Ha mejorado la movilidad en la ciudad (menos coches aparcados en las aceras, menso carril-bici invadidos), los aparcamientos de bicis han estado ocupados, más o menos según las diferentes horas. En parte, se explica por la menor afluencia de público (incluso los fines de semana ha habido ratos tranquilos). Y la gente se queja de que el autobús no sea gratis. Eso aleja a gente de la feria, porque les supone un gasto más al que hacer frente. No obstante, nos han llegado quejas por la falta de señalización y la dificultad de acceso al aparcamiento de la feria: además de la dificultad de llegar, no estaba señalizado (ni se avisaba a los vigilantes de las valles de acceso) de que estaba lleno con el consiguiente cabreo de quienes después del recorrido y el atasco se encontraban sin plaza de aparcamiento.
Otros detalles:
Un año más, la señal de telefonía móvil era deficiente: la falta de cobertura en muchos espacios era lo habitual.
A la Posada del Rosario seguían llegando turistas preguntando por la Oficina de Turismo, parece ser que en Internet no se ha actualizado la información que debiera indicar su cierre e indicar la ubicación de la del Altozano o en el punto de información del recinto ferial. En fin, en información turística en feria no se han gasto mucho nuestras autoridades, justo cuando “millones de personas nos vistan”.
La limpieza del recinto ha dejado mucho que desear. La feria se veía sucia (se percibía así a la vista y al olfato) durante muchas horas al día. Los alrededores de la feria también el mal olor se extendía a las calles adyacentes. En el recinto se detectaba falta de papeleras, por lo que la suciedad se acumulaba debajo de los árboles. El ahorro ha llegado al papel higiénico: era imposible encontrar papel en los baños públicos, ni siquiera en los de la Caseta. Jabón de manos, tampoco, desde luego y los aseos más sucios que otros años. Reforzar los turnos de limpieza parece una necesidad clara.
La voracidad de los feriantes con sus toldos, lonas, mesas en las zonas de tránsito del recinto ha impedido disfrutar de la belleza del recito ferial, de la armonía de sus arcos, de la sencillez de sus tapiales. Ha proliferado como nunca los artefactos para agrandar el aforo de los stands, para ganar clientes y consumidores aún a costa del espacio para el tránsito y de tapar las paredes originales del “chiringuito” en cuestión con carteles enormes, fosforitos y horteras, en fin. Esto se ha podido observar, con especial desagrado en la calle del recinto que conduce a la plaza de Talabarteros, por ej. Es lamentable que queden pocos stands con productos y ofertas específicos, en todos hay lo mismo, comida y bebida o los mismos productos, si miramos los puestos de vendedores de fuera del recinto.
Nos han llegado quejas por la persecución de actividades espontáneas de diverso tipo. Y nos preguntamos ¿qué miedo tienen las autoridades a la libertad de expresión de los ciudadanos que les ha llevado a dar instrucciones tan absurdas? Y es que algunas actuaciones de la policía local sólo podemos calificar de “exceso de celo” en perseguir la actividad de los espontáneos (artistas callejeros, vendedores, ambulantes, dos manifestantes con carteles de “No a la guerra” y otros). Una anécdota que es buen ejemplo de tal exceso de celo: la demostración de RCP de la facultad de Enfermería que se hizo el sábado 14 frente al stand de la UCLM fue interrumpida por la Policía Local y hubo de ser consultada el la Comisión de Feria porque se les consideró “no autorizados” para tal espectáculo de calle. Igual suerte tuvieron los participantes en el taller de teatro de al UP que fueron denunciados por un ciudadano por sentirse molesto con las parodias que veía y que consiguió que la PN identificara a los participantes. Esto sólo puede calificarse de estúpidas actuaciones represivas.
Como nota de color “positiva” celebramos la actualización del traje manchego que han realizado los y las jóvenes: las falditas de tubo cortas con los colores manchegos, los chalecos, camisetas decoradas, etc. suponen una popularización y actualización que hacen más cómodo y divertido vestirse de fiesta, sin el boato, la pesadez y la incomodidad que representan “moñetes y refajos”.
Y hemos podido constatar que, a pesar de todo, mucha gente tenía ganas de divertirse y se resignaban a abandonar el recinto el último día: ojalá tuviéramos el mismo entusiasmo para defender derechos, servicios públicos y reclamar soluciones reales a los problemas que nos aquejan. Nosotros, desde IU, hemos cuidado esa vertiente reivindicativa en nuestro stand con carteles y actividad divulgativa que ha permitido el diálogo y el encuentro con la gente.